Si bien en el anterior informe, hablábamos sobre unas mejores previsiones macroeconómicas y una aceleración de la economía, reflejada en los últimos meses del año, el efecto del coronavirus ha supuesto un nuevo revés para los mercados financieros y un escenario para este año 2020, mucho más adverso.
Un primer trimestre marcado por la crisis sanitaria global
01. El efecto del coronavirus ha supuesto un nuevo revés para los mercados financieros.
02. Una volatilidad extrema, incluso superando la vista en la crisis financiera del 2008.
03. Las medidas aplicadas tanto por los gobiernos mediante políticas fiscales, como por los bancos centrales, han sido de gran magnitud.
Como todos sabemos, la pandemia mundial se inició en China a finales de 2019, pero no fue hasta su entrada en Europa a finales de febrero y en concreto en Italia, cuando tuvo una gran incidencia en los mercados financieros occidentales.
La crisis desatada por el coronavirus hizo estragos en los mercados de forma muy rápida y con una volatilidad extrema, incluso superando la vista en la crisis del 2008, el pánico también se apodero de los mercados de renta fija y las tensiones de liquidez afectaron hasta los activos más solventes, dejando unos resultados del mes de marzo para la historia.
En Europa, la renta variable cerró el trimestre con un -23,1%, más bajista incluso que el de la crisis financiera de 2008, cuando cayó un 22,5%. En Asia, el Nikkei se ha desplomado un 20% en tres meses. Y en Wall Street, a pesar de la remontada de las últimas jornadas, el revés asciende al 20%. El balance en la Bolsa española es aún más negativo, acumulando una pérdida desde el inicio de enero del 29%, suponiendo el peor trimestre de la historia.
A todo ello, se le sumo la confrontación entre Rusia y Arabia Saudí, sobre la oferta de petróleo, donde no acordaron continuar con los recortes de producción establecidos, lo que sumado, a una menor demanda hizo que el precio del petróleo se desplomara más del 24% en un solo día. Lejos de recuperase, los últimos días de marzo, el WTI marcó mínimos históricos, dejando el barril de petróleo en América por debajo de los 20 USD.
Como sabemos, los mercados financieros anticipan escenarios y el actual reflejado por el mercado es muy negativo.
Actualmente no tenemos datos reales sobre la afectación de la pandemia, ni en las economías, ni en las empresas, pero sí sabemos que serán realmente malos.
Las medidas aplicadas tanto por los gobiernos mediante políticas fiscales, como por los bancos centrales, han sido excepcionales, intentando reducir al mínimos los tipos de interés, en caso que pudieran, como lo han hecho la FED, el BOE y el banco central Chino e inyectando la mayor liquidez posible a los mercados para tratar de reducir la volatilidad existente.
Ahora nos encontramos ante el mayor desafío para nuestra generación, con muchas preguntas en el aire y sin tener para nada, un escenario claro sobre la situación, para ello, el continuo contacto con nuestros clientes, la diversificación y la toma de decisiones son de vital importancia, dejarse llevar por las emociones puede provocar decisiones erróneas que pueden afectar a la rentabilidad acumulada de muchos años.
El punto clave será la duración de la pandemia y a su vez, la ciencia, la cual marcará la solución al problema.
