UN TRIMESTRE DE ELEVADA VOLATILIDAD, PERO POSITIVO PARA LAS BOLSAS
01. Tras un fuerte inicio de año para la mayoría de las bolsas mundiales, los mercados se encuentran en proceso de consolidación.
02. El nerviosismo en el sector financiero tras la quiebra del banco SVB y la compra de Credit Suisse por parte de UBS.
03. Unas valoraciones bursátiles que a pesar de las caídas del 2022 no se encuentran baratas, sino cerca de las medias históricas de valoración.
Tras un fuerte inicio de año para la mayoría de las bolsas mundiales, los mercados se encuentran en proceso de consolidación, con más visibilidad sobre las subidas de tipos, tanto en Europa como en USA, pero con una inflación que tras la fuerte bajada inicial empieza a ser más resiliente por la parte subyacente, sumado a unos resultados empresariales en retroceso, a ello, se le suman las tensiones geopolíticas y en el sector financiero.
Ante ello, vemos índices bursátiles como el SP500 que lleva en el año un 7% vs el NASDAQ o algunos índices europeos con revalorizaciones de digito alto o doble dígito. Estas diferencias vienen marcadas, por las altas valoraciones en algunos segmentos de las bolsas y por los peores resultados de la región americana, donde el crecimiento del BPA agregado del índice SP500 en el 4T del 2022 fue del -3,2%. A parte se estiman nuevos retrocesos del BPA en los resultados de los dos primeros trimestres del 2023.
En las últimas semanas se sumó el nerviosismo en el sector financiero tras la quiebra del banco SVB y la compra de Credit Suisse por parte de UBS, con ayuda del banco central suizo y aplicando un gran descuento en su valoración, a parte de un recorte en la deuda AT1 y Cocos valorándolos a cero. Esta tensión en el segmento financiero por un riesgo de contagio o una nueva crisis financiera provocó que tanto la FED como los grandes bancos americanos entregaran liquidez a bancos regionales americanos, ante posibles nuevas quiebras. A su vez, los nuevos comentarios sobre algunos bancos europeos, como el Deutsche bank, no ayudan a calmar los ánimos en el sector y continuamos con una elevada volatilidad en el sector.
A pesar de ello, los bancos centrales siguen centrados en el control de la inflación, que esperemos podamos ver de nuevo en retroceso en los próximos meses, además acentuado por los comparables interanuales, una vez ya iniciada la guerra entre Rusia y Ucrania en febrero del año pasado. En las últimas comparecencias de los principales bancos centrales, el BCE subió 0,50% puntos básicos, siguiendo su hoja de ruta de frenar la inflación y afirmando la buena salud financiera de los bancos europeos. Si bien, no se pronunció acerca de futuros pasos y revisó a la baja sus previsiones de inflación, hasta +5,3% en 2023 (vs +6,3% estimado anteriormente). La FED también subió de nueva los tipos de interés, aunque de forma menos agresiva que en ocasiones anteriores, en este caso 25 puntos básicos, dejando los tipos de interés en USA en el rango 4,75%-5,00%. La Fed fue algo más “dovish” y reconoció que las turbulencias financieras han resultado en un endurecimiento de las condiciones de crédito, aunque todavía es pronto para calibrar el impacto sobre la actividad económica. A pesar de ello, las presiones inflacionistas persisten y apenas se han producido retrocesos en la inflación de servicios, a pesar del tono más suave del Sr. Powell, este rechazó rotundamente cualquier posibilidad de recortes de tipos para este año.
Con todo ello, hay que recordar que por el lado geopolítico seguimos con la guerra de Ucrania y con tensiones entre los lados de oriente y occidente, sumado a unas valoraciones bursátiles que a pesar de las caídas del 2022 no se encuentran baratas, sino cerca de las medias históricas de valoración, lo que nos lleva a ser prudentes en nuestras recomendaciones de inversión, pero sí seriamos constructivos en caso de nuevas caídas de mercado. Para la parte de renta fija, nos sentiríamos más cómodos, debido a los elevados tipos de interés y la cercanía al final de subidas de tipos, siempre invirtiendo en el segmento de más solvencia y dejando fuera de nuestra inversión la inversión en bonos high yield.